miércoles, 30 de junio de 2010

Reportaje N°5

Cuidado con los errores más comunes del emprendimiento


Antes de cruzar, mira bien para ambos lados

Para los organismos de ayuda el principal error se encuentra en la ignorancia de los interesados. En cambio para los emprendedores, el mayor obstáculo es la dificultad de acceder a los beneficios.

(Por Cristian Allendes y Ricardo Arancibia)



Emprender siempre trae consigo un porcentaje de riesgo (de allí el nombre de nuestro blog), el peligro de perder lo que se apostó al empezar una empresa constantemente está al asecho. Por esto tratamos de descubrir cuál o cuáles son aquellas “piedras” con las que el emprendedor se tropieza con mayor frecuencia, llegando al nunca deseado game over.


Si bien cada emprendimiento no se remite a una ciencia exacta, por lo tanto es único e irrepetible, existen dos grandes estorbos que se repiten al investigar sobre el tema: la alta burocracia y la falta de conocimiento de la ayuda existente.


Que la improvisación no sea el riesgo

Macarena Ciudad, directora de Acción Emprendedora Valparaíso, y Ana Auger, directora V Región del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), dos mujeres que desde sus instituciones ayudan a los emprendedores, coinciden en afirmar que el error más frecuente se produce por no aprovechar todas las oportunidades que existen de capacitación. Y quizás la razón más significativa de esto es la poca alfabetización digital que poseen aquellos que quieren emprender y que están por sobre los 35 años de edad, pensando que la mayoría de los procesos de postulación a beneficios se debe realizar de manera virtual.


El mea culpa existe desde el Sence en donde reconocen “una falta de políticas abiertas que permitan el acceso de más personas que quieran surgir teniendo una buena idea. Por lo general los organismos de capacitación apuntan a personas que ya tienen cierto grado de conocimientos, dejando de lado a un número importante de sujetos”, mencionó Auger.


Según Francisco López, director del Organismo Técnico de Capacitación de la Universidad de Playa Ancha (Otec-Upla), el principal error que se comete en el universo del emprendimiento, es la poca especialización por parte de los interesados al momento de comenzar a materializar la idea. “Muchas de estas ideas se basan en la desesperación por la cesantía, por lo cual no están construidas sobre pilares y estándares de conocimiento de los organismo capacitadores y de los beneficios que se podrían obtener”, explica. 




David Gormaz, quien junto a Critóbal Chait y Niklas Ryhanen sacaron adelante la primera oficina de información turística móvil de América con AskMe, ejemplifica lo que pasa con una gran cantidad de emprendimientos: “muchos creen que si saben preparar un buen asado, pueden montar un restaurant. Los amigos te dicen: ‘los asados te quedan riquísimos ¿Por qué no pones una parrillada?’ Y si tienes financiamiento comienzas. Pero no sabías nada respecto a las normativas para implementar un restaurant. El Seremi de salud te pide un estándar de alto nivel. Además tienes que inscribir la marca, la cual frecuentemente es rechazada. Luego viene el diseño, la puesta en escena, y resulta que no sabes nada de diseño, lo que aparece en la pantalla del pc no es igual a lo que sale en la imprenta. Piensas que la publicidad lo resolverá todo, así que comienzas a llamar a los proveedores típicos y te encuentras con la sorpresa de que el monto de inversión en merchandising excede con creces a lo que los proveedores te pueden entregar…”. Finalmente según el emprendedor comienzas a odiar los asados.


Gormaz termina con una reflexión para tomar en cuenta, “si un doctor se prepara nueve años, o un periodista cinco, ¿Por qué un emprendedor no debe hacer lo mismo? El emprendedor nunca debe olvidar que una cosa es ser arriesgado, pero otra cosa muy distinta es creer que la improvisación es el riesgo”.


Burrocracia

Por su parte los emprendedores, aunque en muchos casos son concientes de que les falta mucho conocimiento, también alegan que el sistema no es lo suficientemente inclusivo para los nuevos proyectos.

El director de la Otec-Upla reconoce este problema. “Los organismos involucrados en el emprendimiento, han burocratizados las expectativas, aumentando la dificultad para acceder a los beneficios y exigiendo la complejización de las propuestas”.
 
Para el cada vez más reconocido Compañero Yuri, personaje popular de Valparaíso quien se declara como el iniciador de la venta de completos en la calle dentro de la región, su experiencia fue “amarga”, debido a que el sistema es muy burocrático y siempre beneficia a los mismos que ya están apernados recibiendo los beneficios que existen.


 

  
“Yo tardé casi cuatro años en poder tener mi licencia municipal, para poder trabajar mi carro de completos de buena manera. En parte porque existe una discriminación hacia quienes poseen una tendencia política clara, y ahí se ve que esta mal diseñado el sistema”. Declara quien se ha hecho famoso con La Picá del Compañero Yuri, por sus completos con orégano y ajo, y ahora emprende en el área cultural con una biblioteca popular, para la cual ha pedido ayuda a la municipalidad y no ha recibido respuesta positiva.


A veces necesario

No por nada se dice que se aprende más de los fracasos que de los triunfos. También están los casos en que, teniendo aparentemente, el conocimiento suficiente y una buena capacidad de sortear las burocracias, finalmente se termina en un fracaso.

Álvaro Portugal, un joven y exitoso emprendedor detrás de Blue Company, empresa que ha logrado sacar adelante el ambicioso proyecto de Bligoo, una red social a lo Facebook pero nacida acá en Chile. Portugal, antes de comenzar en el 2002 con su actual fructífera empresa, emprendió con un sitio web llamado EstaOk.com, con la que fracaso luego de un año y medio de desarrollo, ya que los pilló el “crash” de la burbuja de las .com. De todas formas este emprendedor rescata lo positivo que tiene el fallar, “De todas formas, nos sirvió mucho la experiencia de encontrar el capital inicial, sacar adelante el proyecto EstaOk.com y terminar cerrándola. Para el éxito de Blue Company, eso que puede ser visto como un error, fue fundamental”.

Por esto lo ideal es tratar de informarse de la mejor manera, aprovechar las oportunidades que existen para capacitarse, rodearse de otros emprendedores que ayuden con sus experiencias pasadas, armarse de paciencia con la burocracia y, aún así, tener claro que las opciones de fallar siempre están presentes y muchas veces son un mal necesario que no debiera transformarse en el final de un emprendedor, sino en un mejor comienzo.

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