miércoles, 19 de mayo de 2010

Opnión Emprendedora Nº2

Mi vitrina en la web

Por Andrea Ojeda

Mis inicios, como emprendedora se remontan a unos 6 años atrás, comencé hilando collares de mostacilla, pasaba horas en eso, el resultado era lindo, pero el precio que podía pedir por el artículo no compensaba las horas de trabajo; pronto descubrí otras formas y modelos que podía hacer sin tanto trabajo y con un precio superior.

La gente que me compraba me incitaba a seguir trabajando, decían que tenía buen gusto y que los collares estaban a un buen precio. Seguí así hasta tener mucha clientela, pero cuando alguien me preguntaba si podía comprar para su negocio, yo no tenía facturas y hasta ahí llegaba la conversación.

Decidí entonces hacer mi iniciación de actividades, pero no como artesana, sino como venta de ropa femenina y accesorios, no tenía los recursos para mandar a hacer una página “web”, ni mantenerla, entonces publiqué mi negocio en mi “Facebook” personal, etiquetando a mis amigos, pronto comenzó una lluvia de pedidos de todas partes de chile, solicitudes de amistad y más de treinta correos que contestar al abrir mi “face” por las mañanas.

Mi forma de trabajo me ha permitido no correr riesgos a la hora de cobrar ,todo es contra-depósito, me dicen que prenda o accesorio quieren, me depositan o transfieren, me mandan un correo, lo verifico en mi cartola a través de Internet, hecho el deposito, procedo a enviar el artículo por una empresa de carga con cargo al cliente.


Esto ha ido creciendo rápidamente, todo el mundo está conectado y las redes de amigos son una excelente herramienta de publicidad; sin embargo, todo tiene su cuota de dedicación y ética, si un cliente no queda conforme estoy llana a rembolsar el dinero o cambiar el artículo, no puedo exponerme a una mala atención, porque así como la web te sube, sólo con la inconformidad de un cliente que lo publique, puedes caer a un pozo profundo.


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